En 2016, tras llevar tiempo con la necesidad de encontrar otras maneras y otros ritmos de llevar el día a día, de relacionarme conmigo y con los demás, descubrí la Atención Plena/Mindfulness.

De las primeras cosas que me mostró y me descubrió el practicarla, fue el desconocimiento que tenía de mí misma.

¡Había estado demasiado tiempo ausente!.

Qué difícil y cuánto cuesta bajar esos ritmos, hacer y ser desde otro lugar, el cuerpo y la mente se resisten…pero llega ese momento en el que no puedes  mirar hacia otro lado y toca modificar patrones e inercias que ya no aportan.

Y a medida que la atención plena se iba haciendo hueco en mi vida, comienzo a bajar el ritmo, a ir descubriéndome, a relacionarme desde un lugar más amable. Me va costando cada vez menos ir colocándome en el sitio que me  permite ser yo misma.

Me resultó tan útil y liberador haberla incorporado, que tras llevar tiempo practicándola y familiarizándome con ella, decidí formarme como Instructora de Mindfulness y Meditación. Para poder compartir y ayudar a otras personas a incorporar los beneficios que les  puede aportar en su día a día la práctica de esta herramienta.

Y durante las clases y talleres que iba dando, comencé a darme cuenta que el hecho de ser mujeres, nos hace compartir más de lo que nos imaginamos. Que la manera en la que hemos sido educadas y socializadas  nos condiciona directamente nuestra manera de mirarnos. Y eso tiene un gran impacto en nuestra salud mental, emocional y física.

Tengo que decir, que junto con la Atención Plena, el  comenzar a ver las cosas con perspectiva de género, (también me formé en Género y Coeducación, motivada por indagar en los condicionamientos que nos afectan e influyen), le dio sentido y explicaciones a gran parte de lo que me ocurre y nos ocurre como mujeres. Poder identificar, nombrar, compartir y entender lo que nos pasa, nos libera y nos salva. Darnos cuenta,  es realmente transformador. Empatizar y comprender de primera mano todo eso, me caló y me llegó tanto, que fue ahí donde nació Málaga Medita, enfocando las clases, cursos  y talleres en mujeres . Ojalá haber podido disponer de estos recursos e información con anterioridad.

Transmitir de manera sencilla y cercana, bajándolo al día a día y a la cotidianidad, creo que es primordial, para que pueda llegar e integrarse de la mejor forma posible y así disfrutar de sus numerosos beneficios.

Porque sí hay otras maneras de llevar el día a día, sí hay otras formas de relacionarnos con nosotras mismas y con los demás, sí es posible sentirnos y vivir más tranquilas y plenas.

Es un trabajo intenso pero necesario y merece el tiempo, no la pena. Merece invertir ese tiempo que nos convierte en mujeres disfrutonas de la vida.

Porque esto no va de mí, esto va de NOSOTRAS.

Me formé como instructora a través del  «CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACIÓN EN INSTRUCTOR DE MEDITACIÓN Y MINDFULNESS» por la Universidad Europea Miguel de Cervantes. He realizado formación de «EXPERTA EN GÉNERO Y COEDUCACIÓN» en la escuela Feminarian. Curso básico de inteligencia emocional «ENTRENANDO MIS HABILIDADES EMOCIONALES» por la Universidad de Málaga. Curso de neurociencia «EL CEREBRO COMO ALIADO» , donde aúna lo científico con lo humanista para explorar las bases biológicas de la psicología, basado exclusivamente en artículos científicos reconocidos y revisados con Nazareth Castellanos.

Más otros cursos complementarios a estas materias.

Y continúo aprendiendo y desaprendiendo…

Laura García Fernández ha recibido una

Subvención para el fomento del trabajo autónomo en Andalucía

Línea 2: Inicio de actividad económica o profesional.

Medida C): Dirigida a mujeres trabajadoras autónomas de 35 años o más.